
¿Cómo vamos a acabar juntos con la pobreza bíblica?
#ErradicaLaPobrezaBíblica Sabemos que las Escrituras están inspiradas por Dios, enseñan a todas las personas cómo llegar a la salvación a
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En el ministerio cristiano desde 2008 y 2009, nos apasiona el discipulado, respondiendo al llamado de la Gran Comisión de Jesús de “ir y hacer discípulos a cada nación… enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado” (Mateo 28:19-20).
Para hacer esto, nos encanta caminar junto a personas y familias en el proceso de restaurar la imagen de Dios en sus vidas mientras encuentran a Dios y aplican Su palabra a la vida. Esto es lo que Pablo escribió en 2 Corintios 3:18: “Y todos nosotros, que a cara descubierta contemplamos la gloria del Señor, vamos siendo transformados a su imagen con gloria cada vez mayor, que proviene del Señor, que es el Espíritu”.
Vemos esto como un ministerio de construcción de “Puentes de Esperanza”: restaurar las relaciones de las personas con Dios, con los demás y consigo mismas. ¡Puedes explorar nuestro ministerio haciendo clic en las áreas a continuación!

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Creemos que hay un solo Dios y Él se ha revelado como Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Jesús nació de la Virgen María y fue concebido por obra del Espíritu Santo. Jesús se hizo hombre sin dejar de ser Dios.
Creemos que la Biblia es la Palabra de Dios inspirada e infalible. La Palabra de Dios es la autoridad final para la fe y la vida.
Creemos que la humanidad fue creada a imagen de Dios y el pecado de los primeros humanos estropeó esa imagen, creando una división eterna entre Dios y las personas. La única manera en que una persona puede tener una relación verdadera y perdonada con Dios es a través del sacrificio de Jesucristo en la cruz. Nuestra posición correcta ante Dios está asegurada gracias a Su resurrección literal y física. Dios ofrece la vida eterna como un regalo gratuito y debe recibirse únicamente por fe, únicamente a través de la gracia de Dios.
Creemos en el regreso literal y físico de Jesús para juzgar a los vivos y a los muertos. Los que están en Cristo heredarán la vida eterna y los que no están en Cristo heredarán la muerte eterna.
Creemos que la Iglesia del Señor Jesucristo es un cuerpo global, formado por cuerpos locales de creyentes, con la misión de ampliar el reino de Dios.
Creemos que a través del proceso de santificación progresiva en cada creyente, Dios está trabajando para restaurar Su imagen y semejanza que fue torcida por el pecado. Ha equipado a su cuerpo, la Iglesia, para el proceso del discipulado.